martes, 25 de septiembre de 2007

VIVIENDAS RURALES AL COMENZAR EL S.XX.



EL AYER Y EL HOY

Ha comienzos del S. XX, la vivienda en nuestro Valle, y por lo general, era muy diferente a la que hoy contemplamos, ya que las necesidades eran otras y los medios económicos muy escasos.
El acceso a la casa se hacía, casi invariablemente, por un gran portón y encima del mismo, la tenada con la leña para la cocina; adosado a él, el pajar, con un bocarón por donde echar la paja de la era.



Traspasada la puerta, el corral, con la cuadra de las vacas, una o dos cochineras y el gallinero. Las gallinas, presididas por un hermoso gallo, siempre estaban en el corral y si alguien llamaba a la puerta eran, con sus cacareos, las primeras en avisar.
En ocasiones podía haber un pozo con polea para sacar el agua necesaria para el consumo, esto era un gran privilegio.




Un corral grande siempre era muy apreciado, si cabe más que la vivienda.
Al fondo del corral y casi siempre de frente, la fachada de la casa, de dos plantas, con una puerta y una ventana. Adosada a ella y fuera de la misma, por miedo al fuego, la cocina de lumbre.
El ángulo o espacio formado por esta conjunción de casa-cocina se llamaba portal. Cerrado por arriba estaba abierto al corral y protegido del mismo por una alambrera con puerta; ambas, alambrera y puerta, se adornaban con enredaderas o con una parra de vid; dentro del portal un banco para sentarse, una mesa y una cantarera para albergar botijos y barrilas de agua fresca. En verano hacía las veces de comedor.




LA CONSTRUCCIÓN

Los cimientos:
Se abrían, a base de pico y pala, zanjas de un metro de profundidad, por medio metro de ancho aproximadamente, y se rellenaban con piedras grandes; los huecos se cubrían con una mezcla de tierra húmeda y piedras más pequeñas que servía de argamasa; todo esto formaba las lizares o cimientos que servirían para cargar las paredes.

A comienzos del siglo eran todas de tapia, muy gruesas, que luego se recubrían con una capa de barro; levantar la primera hilada era, relativamente fácil, pero la segunda, con los medios que había, era muy trabajoso de modo que, poco a poco, se fue introduciendo el adobe mucho más fácil de trabajar y mucho más rápido. Las paredes también se recubrían con una capa de barro.



Levantadas las paredes se colocaban las vigas de madera, se cubrían con ripia y encima las tejas árabes.
La vivienda de hoy, todos lo sabemos, es muy diferente y distintas las necesidades; queda para el recuerdo como fue la de ayer.

VOCABULARIO:
Bocarón: Ventana grande sin marco que se abría en la pared del pajar para echar la paja.
Tapia: Cada uno de los trozos de pares que de una sola vez se hacen con tierra amasada y apisonada en una horma.
Tapial: Conjunto de los tableros que, sujetos con los costales y las agujas se colocan verticales y paralelos para formar el molde en el que se hacen las tapias.
Adobe: Masa de barro, mezclado a veces con paja, moldeada en forma de ladrillo y secada al sol, que se emplea sin cocer, en al construcción de paredes o muros.
Ripia: Tabla delgada desigual y sin pulir.
Teja árabe: la que tiene forma de una canal cónica.

Diccionario Enciclopédico
ESPASA-CALPE

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya no me acordaba de la ripia...¡tan cerca y tan lejos!
En casa de mis abuelos, allá por el año 1955, la ripia, es decir el material de cobertura, era de jaras, y en otras casas de paja de encañadura, que no era otra cosa que la caña del centeno pelada, lisa y sin quebrantar y que tambien servía para henchir jergones y alabardas.