lunes, 15 de octubre de 2007

LA VIDA DOMÉSTICA EN EL VALLE 1950-1965

LA SOCIEDAD DE LA ÉPOCA Y LA CASA

Los años cincuenta y sesenta fueron un período de grandes cambios económicos y sociales. Se acaba el hambre que trajo la Guerra Civil y la posguerra y a partir de 1959, el régimen de Franco afronta la industrialización del país, pero nuestro Valle sigue igual que siempre. Comienza el abandono del campo, y la gente más valiosa tiene que emigrar a las ciudades del Norte (Bilbao, Santander, Gijón...etc) o a Bélgica, Alemania o Suiza, como mano de obra barata.
El país y las viviendas se electrifican con la construcción de centrales hidroeléctricas. El comercio de ganado y algunos excedentes del campo se hacía en los mercados y las ferias. Había pocas tiendas y la red de carreteras era muy deficiente.



LA COCINA

Hasta hace muy poco tiempo, la cocina fue, el espacio más relevante de la casa. Un espacio, esencialmente femenino, y en el que transcurría gran parte de la vida doméstica de la familia. En ella se preparaba la comida, se hacía la matanza (de la que hablaré en otro capítulo) se amasaba el pan, se comía y bebía, se cosía y se confeccionaba la ropa, se calentaba y aseaba la familia, se criaba a los niños, se contaban historias y se rezaba.
Salvo excepciones, el hogar de la cocina es siempre de leña y de fuego bajo con chimenea para expulsar el humo. Fue a partir de 1965 que se introducen las de gas, pero siempre se mantenían las de leña.



Los utensilios (tenazas, fuelles,artesas...)estan fabricados, en su mayor parte, por artesanos y los materiales más comunes son: la madera, la cerámica,el hierro forjado, el cobre y el latón.
Para el fuego, pucheros de cerámica y de hierro fundido recubiertos de porcelana que se arrimaban directamente al fuego, trébedes para cazuelas y sartenes de hierro con tres patas.
Al final de este período, se van introduciendo los molinillos eléctricos, los pasapurés, y mucho más adelante los frigoríficos.



El pote de hierro fundido, presente en casi todas las cocinas, comenzó a fabricarse en España a finales del S. XVIII y se mantuvo casi hasta finales del XX lo cual nos habla de la importancia de los potajes en la alimentación.
Los muebles eran escasos: una mesa, un vasar para los platos y cazuelas, escaños, bancos de tres patas hechos en casa, y más tarde taburetes de madera.
A la entrada de la cocina se colocaban los cántaros con el agua, que se traía de la fuente. El transporte del agua era una tarea exclusiva de las mujeres más jóvenes de la casa y, se hacía con botijos, barrilas, calderos de latón...etc.

LOS ALIMENTOS

En general, cada casa se autoabastecía y compraba muy pocas cosas.
El aceite había que comprarlo y se escatimaba mucho lo mismo que el azúcar que era de terrón.
Mucho más tarde se introdujeron alimentos que nos parecieron maravillosos como el cacao soluble, el café y sobre todo la leche. Hacia 1965, la leche pasó a ser el desayuno habitual. Hasta entonces había que encender la lumbre y arrimar el puchero con patatas para el almuerzo. Hoy, nada más levantarnos tomamos café con leche, con una facilidad asombrosa, ayer había que esperar a que cocieran las patatas para poder almorzar.



LA HABITACIÓN

Era muy sencilla con muy pocos muebles. Una cama de madera o de hierro, una mesita con una palmatoria (la luz eléctrica fallaba mucho) y un baúl para guardar la ropa.
El colchón era de lana, las sábanas de algodón, los cobertores de lana fabricados en Zamora y la colcha, también de lana, roja y verde de las llamadas de "ojo de perdiz".
La ropa se colgaba detrás de la puerta y, salvo excepciones, esto era todo.




LA HIGIENE

A partir de 1965 comienzan las obras para la instalación del agua corriente en las casas de forma que se instauran también los cuartos de baño, pero, en el tiempo que nos ocupa, la limpieza diaria (lavado de cara, cuello, orejas y manos) se hacía en palangana, al aire libre, en el portal de la casa. Para la limpieza más profunda se calentaba agua que se echaba en un balde de latón y, en la cocina, tenía lugar el baño.

NOTA: Este capítulo es un intento, como todos, de recordar y plasmar lo que fuimos, pero estoy segura de que hay muchas cosas que yo no he dicho. Todos quedáis invitados a recordar vuestras experiencias y expresar lo que creáis oportuno.
BIBLIOGRAFÍA: "Los asturianos en la cocina"

5 comentarios:

Anónimo dijo...

EN LA COCINA LOS PLATOS BRILLABAN POR SU AUSENCIA PUES SE COMIA TODOS DE LA CAZUELA

Anónimo dijo...

Hola Leo!!!

Como siempre muy interesantes tus entradas, y ésta un poco melácolica...al menos para mí, que si me pongo a mirar un poco atrás...
Bueno pues voy a dejarte mi aportación de mi pasado pueblerino....
Me pregunto como se podía vivir sin electrodomésticos, si nevera, sin lavadora, sin calefacción!!, que tremendo!...por poner algunos ejemplos.Recuerdo muy bien que en cualquier casa,no podía faltar una buena despensa,un preciado botijo, un buen brasero, una mesa camilla familiar,un pozo.... por descontado que nada de cuarto de baño...Tengo ligeros recuerdos de los baños que comentas. Sí, en la cocina, en un barreño de latón, y hermanas mayores restregando orejas y pies!!!jaja, y por descontado, que el corral de las gallinas era el improvisado water, jaja, ala! hiciera frío o calor, no había otro sitio más propicio, ahora que tranquilo no mucho, a ver quien se concentraba con tantas gallinas al acecho y sin quitarte el ojo de encima, jajajaja

Y que hacíamos sin televisores!... no había mucho tiempo para ella, y desde luego en mi casa llego muy tarde, y aunque yo no tengo ningún recuerdo nada de esto, la familia se juntaba para escuchar la radio novela...Y luego poco a poco el aparato se fue colando en las casas.. y vaya! solo había un canal , y los que podían ver la segunda cadena eran unos afortunados!, y yo perdiéndome los dibujos de Candy Candy, todavía estoy a la espera que los repongan...Ah! y los viernes por la noche ni un alma en calle porque empezaba el un, dos, tres... se acaban los juegos,todos para casa, a ver si se llevaban el apartamento!
Y nada de teléfono, solo había uno y las colas para llamar a familiares se hacían interminables en el bar!!, y recuerdo a Lucila, Manolo y M jesús, avisándonos de nuestras llamadas perdidas...!!!

Había muchos más niños, y en la plaza se organizaban buenos partidos de futbol, escondite....ay!!! Y lo bonito que era ir a robar castañas por esta época!!!, y lo mejor de todo enterarte con el tiempo que ese castaño era de tu familia jajaja.,que ricas las castañas, en mi casa, se comían cocidas muchísimos días hasta que se terminaba la temporada!!
Como comentas la lista de la compra la proporciaban el huerto y los animales, ahora también pero antes más,(si, la matanza se merece una entrada para ella sola)... no sé desde luego, los productos de primera necesidad han cambiado mucho, nada de suavizantes, el papel higiénico,los fregasuelos multioles y multicores.... antes se apañaban con el bote de lejía, una buena escoba casera, y fregona.!
Y la ilusión que hacía la canción del pescatero cuando venía al puelblo..."vamos señoras, ha llegado el pescadero, con pesca de varias clases, hay congrio, chicharro, pescadilla, la que le interese que se acerque pronto que marcha!!!, jolin!!, como para olvidarla, no me nieges que las has entonado mientras leías la letra..jiji.Bueno menudas colas se hacían en la plaza, pues anda que no me mando veces la abuela a guardar la vez, e iba protestanto porque era un aburrimiento, y no importaba lo rápida que fueras porque s siempre estaba el primero de todos un anciano, que era un buen parlanchín que contaba historias de la guerra, y a mí me parecían un rollo y no me enteraba de nada, que lástima!, como me gustaría oirlas ahora, y con cuanto placer le escucharía!!. Ahora aunque también vienen a vendernos pescado, ya no hay tanta tertulia, ni niños rogándole a sus abuelitas que le compren yogues, y así tener todos los cromos de la abeja maya y completar el albúm!!!

Ay en fin!!! no me lío más que me enrollo como las persianas, por cierto que las mantas típicas zamoras, en su momento imposible prescidir de ellas, pero andan que no pesan y pican..... todavía mi madre me las ponescuando voy al pueblo en invierno, y casi no te puedes mover en toda la noche...jajaja

Bueno me despido ya!.Me encantan las fotos que pones, sobretodo las de paisajes del pueblo, te han quedado genial, parace mucho más bonito de lo que en realidad es, una que he visto por ahí abajo de un campo amarillo es preciosa!!.

saludinessssss!!!!

Senda

Anónimo dijo...

¡Hola Leo!poco a poco,vaya como vas escribiendo ¡eh!
Como te conozco y se que no solamente te gusta escribir sino que la fotografía también te gusta mucho, te diré que me encanta la foto del puchero; me parecen muy logrados los contrastes:el brillo del recipiente, el fondo negro con cierta luz...casi puede verse lo que hay dentro.En fin me gusta mucho.
Un beso.
Dindurra

Anónimo dijo...

Los colchones que dices, antes de ser de lana era de paja de encaño, que se hacían de la paja del centeno; después se hacían también de las hojas del maíz. Los de lana se reservaban para las camas de los papás y para algunas visitas si las había.
A.G.Palacios

Anónimo dijo...

ke tal amiga a ver si consigo de esta hacerte llegar mis impresiones. Fotos geniales y muy estudiadas lo se de buena "tinta" me parece genial la perfecta coordinacion de los textos y las fotografias es todo una labor de campo que obliga a soñar con el pasado y ver ke no eran tiempos ni peores ni mucho mejores solo
diferentes. Sigue asi haciendonos recordar esos tiempos.