martes, 8 de julio de 2008

JOAQUÍN GARCÍA FERRERO




El 31 de Agosto de 1884, nace en Morales de Valverde (Zamora) Joaquín García Ferrero. Será el tercero de cuatro hermanos. De familia humilde, su padre, Mariano García, trabajaba en el campo, pero eso no era suficiente para vivir, así que en tiempos muertos, ejercía de herrero del pueblo.

INFANCIA Y ADOLESCENCIA.

El matrimonio formado por Mariano García y Fermina Ferrero vivía con sus cuatro hijos en una pequeña casa de tapial y adobe.
La entrada a la misma, se hacía por un portón ( como a la gran mayoría de casas de la época) y una vez traspasada la puerta, a la izquierda había un pozo con brocal, que abastecía de agua potable a la familia y a los vecinos que lo necesitaran. A la derecha, la pequeña herrería, con el yunque y el gran fuelle para avivar las brasas que pondrían el hierro al rojo vivo.





Un largo y estrecho corral, donde estaban, las pequeñas cuadras para los animales, nos conduciría a la antesala de la casa que estaba formada por un portal cubierto con un alero y separado del corral por una alambrera. Dentro del mismo, la pequeña cocina.
La casa, propiamente dicha, estaba formada por dos habitaciones y una pequeña estancia que hacía las veces de comedor, con una puerta que daba a un pequeño huerto con una higuera; la tierra era seca y árida y había que regarla a base de acarrear agua del pozo.





La segunda planta estaba sin tabicar, las paredes de adobe sin revocar y el techo de ripia con las vigas maestras al aire. Una única y pequeña ventana daba una escasísima luz a la estancia. Como no había camas para todos, era aquí donde se extendían los jergones de paja para dormir.



Por entonces los niños empezaban muy pronto a trabajar, de modo que cuando el joven Joaquin, a los dieciséis años y siguiendo el ejemplo de su hermano Tirso, se marchó para ser fraile agustino, ya sabía bien lo que era trabajar en el campo y en la herrería.
A Morales, su pueblo, volvió un par de veces, a casa de su hermano Valentin García, mi abuelo paterno, que vivía con Leonor Blanco, su esposa , mi abuela, en la misma casa familiar.
Muchos años más tarde, yo misma pasé en esta casa mi infancia; mis abuelos vivían ya en otra, donde estaban algunas fotografías familiares, entre ellas el autorretrato de Joaquin.
Mi abuela decía de él que era una buena persona, no consentía trato de favor alguno, andaba medio descalzo, le gustaba aprender cosas y no le importaba trabajar.





Hizo el noviciado en el Real Monasterio del Escorial, donde estudió Filosofía y Teología.
Fué profesor de dichas materias en el Real Colegio Alfonso XII
Fué muerto el 30 de Noviembre de 1936, en Paracuellos de Jarama
JOAQUIN GARCÍA FERRERO, fué beatificado por Benedicto XVI, junto con otros 498, el día 28 de Octubre de 2007.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que interesante tu historia.!Que bonitas historias la de esas personas que no tenian nada y luchaban por sus ideales y esas madres que realmente no distinguian a sus hijos con nada especial porque realmente no tenian las pobres nada exxtraordinario para darles! Me encanta tu narrativa parece que estoy viendo esa casa de adobes con la familia comiendo todos por una cuchara de madera pero sonriendo felices a su manera. BESOS BEGO

Anónimo dijo...

“Hay un pozo en Morales del que unas manos agua sacaban, no para beberla, sino para saciar la sed de esas tierras secas y áridas. Pues con ella se regaba, regaba, regaba.”

Bonitas imágenes del pozo.

Un saludo

Anónimo dijo...

Hola Leo:
De casualidad y trasteando me he encontrado con esta bonita historia, ya había oído algún comentario al respecto pero ahora ya me he enterado. Me alegró descubrir tu blog.
Un beso.
Ángeles C.