LA NOCHE DEL 31 DE OCTUBRE

Esta noche especial, yo no la conocí, pero se bien que existió, hasta, por lo menos 1950 ó más.
Hoy día cualquier persona de más de 60 años nos hablará de ella con facilidad y como muy cercana en el tiempo.
En S. Pedro de Zamudia, el día 31 de Octubre, los mozos engalanaban uno o dos carros a los que uncían , con las cornales de cuero, hermosos bueyes; sobre la testuz de los animales, y para protegerles del roce y peso del yugo, vistosas melenas hechas de lanas de colores; al cuello collares de cuero, de los que colgaban grandes cencerros y así, lenta y cadenciosamente, iban hasta la dehesa del Orcejón, en el término de Litos, a comprar leña de roble, bien cortada y preparada. La leña más gruesa la ponían en el fondo del carro, las ramas más ligeras arriba, bien colocadas y encopetadas.
De regreso al pueblo, y al llegar a él, les rodeaba toda la chiquillería que era mucha, y con gran jolgorio se aposentaban en la plaza delante de la Iglesia.



La leña gruesa la subastaban, y con el dinero obtenido compraban un cordero, con el que luego harían un banquete para la cena.
Con el resto de la leña se hacía una gran hoguera, "una hoguera inmensa que subía hasta el cielo"; a la salida de los oficios religiosos, la gente del pueblo, por entonces había más del cuádruple de la que hay hoy, se reunía alrededor de la hoguera para admirarla y calentarse. Hubo un tiempo en que se mantenía viva toda la noche.
Por otra parte, los mozos, cogían un gran caldero, lo llenaban de brasas( borrayo) y subían con él al campanario, donde permanecían , tocando las campanas( encordando) sin interrupción hasta el amanecer.



DENTRO DE LAS CASAS:

Se preparaba una gran cena, según las posibilidades, porque era la noche de los santos, la de aquellos familiares que se habían muerto, y se les recordaba de manera especial: en la cena se hablaba de ellos, se encendían velas de cera, lamparitas de aceite(mariposas) ... y todo aquello que pudiera recordarles. Los abuelos contaban a los nietos que, en esta noche no se podía salir de casa porque las "ánimas andaban sueltas y podían incomodarse".
Al ir a dormir, se dejaba sobre la mesa un manjar, normalmente lomo de la matanza, o una pequeña parte de lo que se había cenado, para que cuando regresasen las almas, vieran que siempre hubo para ellas recuerdos, comida y sinceros rezos.
Pero ¿ y la hoguera que significaba? cuando pregunto la gente solo se sonríe y dicen: "no se, creo que representaba el purgatorio".
En Morales de V, en Sta María, y supongo que en muchos, sino en todos, los pueblos del Valle se hacían celebraciones muy similares. Posteriormente, y por motivos diversos, todas estas costumbres han ido desapareciendo, de forma que hacia 1960, yo solo recuerdo, que era la noche de las calaveras con velas encendidas dentro.
Noche de miedo y de muertos, de historias del más allá que a todos nos inquietaban.



LAS FIESTAS CELTAS: PARALELISMOS

OTRA VEZ LOS CELTAS:
De las cuatro grandes fiestas que los celtas celebraban al año, el Samain, era la última y quizás la más importante.
Tenía lugar el 1º de Noviembre. Este día significaba el día de Año Nuevo, siendo la víspera, el 31 de Octubre, "Nochevieja".
El Samain, o "fin del verano" duraba tres días y con él empezaba el invierno
Durante esos días tenían lugar innumerables sacrificios animales, que, además de tener un marcado carácter religioso, también se hacían con el objetivo de aprovisionarse de carne y pieles para el invierno. Era su "matanza".
Otro aspecto de esta noche, hoy ya muy conocido, era todo lo relacionado con el mundo de los muertos, el mundo del más allá, creencia muy arraigada en el pueblo celta.
Ellos creían que esa noche, una "puerta" se abría, y los mundos de vivos y muertos, casi siempre paralelos, podían comunicarse, al menos por unas horas.
Durante ese tiempo, no se podía salir fuera del entorno, ni relacionarse con personas ajenas, porque era la noche de contactar con los antepasados. Estaban convencidos de que durante horas, podían tocar y palpar, incluso traspasar el mundo de los muertos. Era por eso que, en todo el poblado había hogueras, para que sus seres queridos pudiesen encontrar fácilmente su hogar y calentarse al calor del fuego.



31 DE OCTUBRE DE 2007

En Sta María de V este año, en la parte baja del pueblo, hicieron una gran hoguera, que iluminaba la carretera, y la plaza y torre de la Iglesia (donde en otro tiempo hacían la hoguera).
"Hacía- dicen- más de 30 años que no encendíamos, y queríamos recordar aquello".
La gente se reunió en torno al gran fuego, hablaron, asaron castañas, comieron escabeche y bebieron vino.
Alguno se emocionó, recordando tiempos pasados.
Por mi parte estuve allí, como no, y tengo que decir que me gustó mucho. Me gusta ver a la gente, la poca gente que queda, reunida, contenta y disfrutando de algo tan ancestral como el fuego.